Dicen que para olvidarte
tengo que viajar a Marte,
hacer 300 años de terapia 
y decidir, dejar que pase el mes de Abril, 
juntar todas las hojas del otoño.

Dicen que para olvidarte hay que tener en el bolsillo
un almanaque sin domingos, un crucero
y navegar en un océano sin mar, 
tomarse toda el agua de la lluvia.

Y en realidad, hay cosas que no voy a olvidar
Como tus ojos de soledad, 
la tarde que los hice llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario